En esa huida hacia delante en que se convirtieron los primeros años de este siglo la falta de planificación real y el todo vale llevó a que A Coruña sea una de las campeonas de España en superficie de centros comerciales en relación con su número de habitantes y su extensión. Se abrieron como setas y ese fue el primer problema para el pequeño comercio, el que garantiza la malla social, el que hace que en cualquier calle haya un punto de luz. La crisis está lastrando en primer lugar el consumo y a cualquier empresa productiva o que intercambie valor. Y eso comienza por el comercio de abajo a arriba. La pérdida de actividad del Dolce Vita es producto de esa política sin planificación y un indicio de que la crisis y las medidas que dictan los llamados mercados perjudican a toda la sociedad.
El Dolce Vita fue la primera gran superficie en inaugurarse en la que se puede considerar la última oleada de aperturas. Luego llegaría el Espacio Coruña y el gigante del Marineda City. Fue tal novedad, que se colapsaron sus accesos y su párking durante varios días tras la inauguración. Se presentaba así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario