Vivimos una era de atonía total en la que cualquier atisbo de actividad parece un milagro. Por eso es una bocanada de aire fresco el acuerdo del Ayuntamiento con la Federación Galega de Fútbol para la construcción de esos dos campos y la sede de la institución en la ciudad. Un acuerdo que comenzó a gestarse durante el gobierno anterior y que ahora se concreta. Que producirá actividad lúdica en un solar ahora abandonado. Eso sí, una cesión a 75 años es algo muy serio, 75 años son mucho tiempo, y hay que atarla y vigilarla muy bien. Y no todo es fútbol. Pero el fútbol es ahora centro de interés y actividad especial. Aún intentando atender todas las necesidades seguir la corriente es necesario, incluso imprescindible. Para no caer en la atonía.
La iniciativa pretende dotar de infraestructura en la ciudad a la Federación Gallega que cubre la actividad de las selecciones gallegas de fútbol que juegan de forma habitual en diferentes categorías. No así en el absoluta, por falta de fondos de la Xunta desde 2008. Decía el presidente de la Federación José García Liñares este fin de semana en entrevista en esta casa que se podría recuperar la actividad de la selección si hubiera un combinado de campeonatos autonómicos, en fin. Silveportero se tomó la molestia de recuperar los goles de la selección galega desde que retomó su actividad en el año 2005. En realidad el primer partido de la selección absoluta de Galicia se celebró en 1922. De ese momento no se conservan imágenes, al menos en movimiento.
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