miércoles, 6 de junio de 2012

Los servicios sociales, derecho, no caridad






Los servicios sociales no deben depender de la buena voluntad de los particulares ni las órdenes religiosas. No en un estado de derecho. No es lo mismo que un técnico, una técnica formada atienda a una mujer víctima de malos tratos que un sacerdote o una religiosa. Nunca será lo mismo y menos en un estado aconfesional. Por lo que significan una y otra salida, una y otra forma de vida, las cosas que se explican y las que no necesitan explicación. Por eso no sirve que el ayuntamiento subvencione a las entidades que ayudan a las personas y que asegure que así blinda el gasto social. Porque los servicios sociales deben ser un derecho, no depender de la caridad.

Hoy actúa en A Coruña Rufus Wainwright. Una de sus versiones más conocidas, el Hallelujah.



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