miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los Juan Nadie se mueren porque nadie los echa de menos


 Otro mendigo ha fallecido en A Coruña mientras hay plazas vacías en los albergues de la ciudad según los datos municipales. Unos albergues en los que se les exige cumplir unas normas básicas de limpieza, horario y no consumo de alcohol y drogas lógicas para las personas que llevamos una existencia normalizada. Pero los sin techo no llevan una existencia normalizada y hay que realizar con ellos una labor de acercamiento, estrategia de convicción y, si me apuran, de nuevo de educación, para que salven su vida. Si nos importa, partiendo de la base de que nos importa la vida de cualquier ser humano. Por eso es necesario que exista un centro público que los acoja. Porque a entidades privadas, por mucho que haya concierto, no se les pueden pedir imposibles, pero a un servicio de todos, sí. Para evitar la vergüenza de que se mueran en la calle los Juan nadie de la vida ¿Se acuerdan de la película de Frank Capra? A los que no somos como ellos nos llamaban pisatalones.
  O directamente idiotas. Así nos ve el amigo de John Doe. No digo que seamos así … o sí. Pero nos ve así. Habría que decir que los sin techo no cuidan de nadie en concreto y nadie cuida de ellos y de ahí su situación. Pero las vueltas que debe dar una vida para llegar a vivir así darían para tantas novelas como personas vemos durmiendo en los portales.


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