Que ganen los mejores... y que sean los nuestros

Hoy se celebra el derbi. Casi un match point tanto para el Deportivo como para el Celta que vuelve a demostrar el poder del fútbol, un juego que habla de gestas, de encuentros claves, de pura vida destilada en un par de horas. Un juego que habla de los tuyos y de los otros, que, en esta sociedad, coloca o borra a las ciudades de los mapas, que impregna la vida de mucha gente, que vertebra la vida social. El tubo de escape del fútbol alcanzará hoy su punto álgido en Riazor. Presenciaremos un todo o nada de máxima rivalidad con una afición volcada que sigue apoyando a su equipo y que tiene un mérito impresionante. El Dépor es la gente, por eso duele tanto que caiga. Es un símbolo de que se puede. Habría que pedir a los jugadores tanta implicación como tiene su afición y para hoy y para todos, sentidiño. Y que ganen los mejores … y que sean los nuestros.

Así quedó la cosa en Balaídos.