El puerto exterior es la metáfora de un tiempo en que hemos visto cubrirse de ladrillo toda la costa gallega y toda la costa de España a mayor gloria de las empresas constructoras. Langosteira se está construyendo contra viento y marea, y nunca mejor dicho, porque es un prodigio de la ingeniería, que estamos pagando entre todos, que se levanta en una de las costas más duras del mundo. Ayer se firmaba el crédito para saldar cuentas y asegurar la continuación de las obras, que además tenían sobrecoste por la mala gestión y por el desplome de las expectativas depositadas en una recalificación que ya no será un negocio redondo. Seguiremos con la construcción de un puerto exterior situado frente al de Ferrol, que se puede ver desde A Coruña en los días claros. Seguirá adelante porque ya se han formalizado los compromisos presupuestarios y porque el objetivo de sacar los tráficos peligrosos de la ciudad es loable, aunque la solución elegida va a ser carísima. Hay que exigir al menos que no se ponga en peligro la vida de las personas que lo construyen día a día. Ahí sí que no puede haber recorte.
Así bate el mar en el entorno del puerto exterior en un día de temporal. El vídeo fue subido a you tube por Ales Temple en coincidencia con el temporal que se llevó por delante parte del dique que se está construyendo.
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