viernes, 15 de febrero de 2013

La fábrica de armas y la delgada línea roja




Cierra la fábrica de armas. Al menos la multinacional norteamericana General Dinámics, la quiere cerrar y ha iniciado el expediente de rescisión de contratos de todos sus trabajadores. Si puede la cierra este mes, asegura el Presidente del comité de empresa. Construir armas debe ser la actividad más triste del mundo. Pero no cierra una fábrica de armas en la ciudad. Cierra una industria, de alta tecnología, de alta cualificación, con puestos de trabajo en buenas condiciones, una empresa con proyección de futuro si hubiera voluntad. En los ochenta la fábrica de armas de A Coruña llegó a tener setecientos empleos. Vimos cómo se iba rebajando su carga de trabajo y laboral, cómo se trasladaba a Trubia parte de su material. Vimos repetirse una historia ya conocida hasta su privatización por parte del gobierno Aznar. La de A Coruña es la única fábrica de General Dinámics que cierra en España y la empresa no ha cumplido el plan de viabilidad que firmó al hacerse cargo de la factoría. La política de nuevo tiene que ver en esta historia ¿O puede una fábrica de armas cerrar sin que lo sepa un gobierno?

Los trabajadores llevan años reclamando que se desarrolle un plan de diversificación que existe y fue firmado para su desarrollo. La empresa justifica la medida en los recortes en la inversión de los gobiernos en armamento. Hablando de armas... La delgada línea roja.


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