La bronca llevó a Aznar a la Moncloa, la bronca y el desgaste socialista que fue lento y una agonía. Aún en las últimas elecciones Felipe ganó cuando nadie pensaba que lo haría, dijo aquello de he entendido el mensaje, pero no pareció entender mucho. La bronca preside el debate en el pleno de María Pita por parte de todos, la bronca preside el discurso del PP a nivel estatal. La bronca a Zapatero que ha anunciado, con excesiva anticipación, que se va pero aún no se va, haciendo probablemente lo que su oponente quería que hiciera. La bronca es difundida y multiplicada por los medios de comunicación, nosotros los primeros. Hay declaraciones que no se pueden hurtar a la opinión pública. Pero es la bronca un medio o un fin? Si el medio es el mensaje., decía McLuhan cuando desaparece la bronca no hay argumentos. Miren la Xunta tras el campañón del PP de las gallegas. Ante el menor problema, no hay competencias.
Un joven Aznar con aquel Váyase señor González. Escuchen el discurso, los escenarios se repiten con distintos protagonistas
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