jueves, 4 de diciembre de 2014

La policía como instrumento... y sin chalecos




Estamos hablando estos días de las fuerzas del orden abocadas, muchas veces, a cumplir decisiones administrativas injustas. Dependen tanto de los responsables públicos que exponen su vida en ocasiones sin medios y en jugadas de ruleta rusa. El caso de la policía de Vigo fallecida en el atraco del pasado viernes sin chaleco antibalas es un ejemplo más de cómo las decisiones de los de arriba pueden  dejar vendidos a los subordinados. El Sindicato Unificado de Policía ha denunciado que solamente el 15 por ciento de los más de 500 policías que operan en A Coruña tiene un chaleco antibalas propio. En el caso de las mujeres policía el porcentaje se reduce al 10 por ciento. Hasta hace un par de años no se encargaban además chalecos femeninos y el fabricado para los policías varones no servía para las mujeres por razones evidentes. En A Coruña la jefatur entrega los chalecos en el mismo instante en que llegan, pero llegan a cuentagotas. Los máximos responsables de Interior deberían entender que los encargados de garantizar la seguridad deben estar seguros. Pero es difícil que lo entiendan cuando en más de una ocasión les exponen sin medios o efectivos suficientes, les trasladan a otros lugares para reprimir a aquellos que no son sus conciudadanos o les trasmiten órdenes que nada tienen que ver con garantizar el bien común y los derechos básicos.

Cada uno elige su papel pero en el desahucio de Elviña muchos policías venían de León. No sabían ni que la Universidad estaba cerca.


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