Cualquiera querría ser dueño de Audasa. Autopista de peaje ya amortizada única vía competitiva que une los dos polos de desarrollo de un país sin alternativa real por carretera. Sus dueños, entre ellos Citigroup, a quien se la vendió Sacyr después de un pelotazo en pleno gobierno Aznar, han ganado más de 29 millones de euros en plena crisis. Y eso que el tráfico ha descendido, el servicio de tren rápido, a pesar de los precios, es un competidor importante y digno, y la gente usa la carretera de Santiago como mal menor. Es casi desesperante pensar que Audasa vio ampliar su concesión cuando podría ser ya vía libre de peaje y que seguimos peleando por gratuidades por tramos. Tramos gratuitos por los que se paga a los dueños de la autopista con subvenciones que abonamos todos. Audasa ha compensado el descenso de tráfico subiendo los peajes y ajustando costes laborales beneficiándose de una posición que, en la conexión de Ferrol a Tui, es de monopolio. Cada vez que pagamos un peaje de la autopista estamos pagando a empresas que en su mayoría ni siquiera dejan beneficio en Galicia y por algo que debería ser ya nuestro. Esa es la realidad. Estamos poniendo peaje, con costes añadidos, a nuestro propio desarrollo.
Las dos autopistas sujetas a peaje históricamente en España han sido las catalanas y las gallegas, cuya construcción comenzaba en los años 70. Luego los gobiernos socialistas construyeron autovías. En Cataluña hay una autovía alternativa a la autopista del Mediterráneo. En Galicia no. Este vídeo está hecho desde la óptica catalana, olvida que en Galicia pasa lo mismo, pero está bien verlo.
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